El Dpto. de Lengua Castellana y lenguas extranjeras, organizó un concurso de microrrelatos a nivel interno el pasado trimestre. Como sabéis es común en este tipo de ejercicios, dar la priemra frase, que en este caso fue:"Cuando me dí la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente". Viendo la calidad de alguno de los trabajos, queremos compartirlos con toda la comunidad educativa. Enhorabuena a los que han dedicado su tiempo y esfuerzo a hacer un trabajo elaborado y bien hecho, es un orgullo tener alumnado así. Sin más os pasamos los microrelatos:
LA DECISIÓN
Cuando me di la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente. Su mirada oscura y misteriosa me intimidaba. Era consciente de que cada movimiento que realizase sería analizado con lupa. Me sentía preso de aquel individuo, y eso hacía que mis ganas de vivir y mi corazón se oxidasen cada día más. Tenía que encontrar una solución urgentemente.
Decidido: hablaría con los demás. ¡La revolución de los robots domésticos había comenzado!
Elena Parra García, segundo premio (4ºA ESO)
ACECHANTE EN LA PENUMBRA
Cuando me di la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente. Acababa de caer el sol y en la zona en la que me encontraba lo lejano se apreciaba en forma de sombras, pero ahí seguían esos ojos acechando con la mirada al otro lado de la carretera, una mirada fría, paralizada, tan penetrante que parecía irreal.
Entonces me volví a dar la vuelta para comprobar de nuevo: ahí seguían; la inseguridad que sentía mi cuerpo se convertía en un miedo que me devoraba el estómago. Seguí andando por el lado de la acera y cuando me giré, un camión que pasaba por la carretera iluminó el rostro de la estatua.
Rocío Villar Abollado, tercer premio (4ºA ESO)
¡NO QUIERO!
Cuando me di la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente. Había estado tanto tiempo esperando ese momento, semanas, meses e incluso años y cuando por fin llegó, salí corriendo. Todos se quedaron atónitos frente a la situación, nadie daba crédito, sobre todo él. Mientras me alejaba rápidamente de aquel lugar, mirando de vez en cuando atrás por si alguien me seguía, escuchaba a todo el mundo murmurar, todo se había revolucionado.
Pasó el tiempo, nunca supe nada más de él, lo normal cuando dejas a alguien plantado en el altar, ¿no?
Lucía Calleja Ríos, tercer premio (4ºB ESO)
IDÉNTICOS
Cuando me di la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente. Había recorrido ya tres calles desde que me había dado cuenta del sujeto que me perseguía. Me habían avisado de la posibilidad de que esto ocurriera y desde aquel día siempre pasaba. Cada día me perseguían unos ojos diferentes, todos ellos con ganas de venganza.
Maldito el día en el que encontraron el cadáver y publicaron la foto de su asesino en el periódico. Ojalá no haber tenido nunca un hermano gemelo.
Patricia Pinto Esteban, primer premio (4ºB ESO)
FUI A POR ÉL
Cuando me di la vuelta, esos ojos me seguían mirando fijamente. Me estaba poniendo muy nervioso, no era la primera vez que nuestros caminos se cruzaban. Sabía que si me quedaba ahí, me iba a salir muy caro. Pero pensé: ¡Qué demonios, la vida son dos días! Di dos pasos al frente y… ¡Compré el bogavante más caro de la pescadería!
Frank Elejalde Ráez, primer premio (4ºA ESO)